Otro problema conductual que los padres tenemos que afrontar es el que tiene que ver con el temperamento de nuestros hijos. Las características que a continuación se anotan podrían ayudar a determinar si nuestros pequeños tienen algún desajuste con el temperamento.
Se sobre excita y pierde fácilmente el control desencadenando impulsividad y agresividad; se acostumbra a ciertas cosas y no las quiere dejar especialmente con su ropa, juguetes y alimentos; no quiere ir a jugar y cuando se logra este objetivo y tiene que regresar a la casa hace tremendos berrinches; sobredimensiona sus manifestaciones afectivas, llora fuertemente, se ríe exageradamente y grita; hace pataletas por su ropa, dice que todo le queda mal, el pantalón ajustado, los zapatos grandes, el cuello de la camisa muy tieso, quiere estar con la misma ropa todos los días, su ánimo es siempre negativo, caprichoso, hosco, con frecuencia lloriquea, pide atención, es distraído no puede establecer relaciones con sus compañeros, se aísla, no participa con los demás.
PROBLEMAS CON TODA LA FAMILIA
Este tipo de conductas en el niño hace que haya problemas con toda la familia. Podríamos comparar como si lanzáramos una piedra a un estanque de agua reposada, se producen ondas concéntricas, las primeras fuertes y a medida que se alejan, se agrandan, pero pierden intensidad; el temperamento de estos niños hace su primer impacto en la madre, continúa con su padre, hermanos y familia llegando su desajuste a la escuela.
Generalmente la madre es la que sufre el constante batallar con su hijo ya que es la que pasa todo el día con él. El padre, más cómodo simplemente culpa a la madre del comportamiento de su hijo, desencadenando conflictos entre progenitores, hermanos y familiares. El temperamento es el estilo de comportamiento innato de cada ser y según esto podríamos tipificarle en dóciles con ciertas características de dificultad y difíciles. Con esto no queremos decir que si es innato debemos dejarlo así, al contrario, hay que intentar moldear y ajustar el comportamiento.
QUÉ ES EL COMPORTAMIENTO
El comportamiento es el cómo expresa el niño su desagrado; si al niño le privamos de algo, se le puede permitir que llore, pero no que grite, haga berrinches, lance objetos, rompa cosas, golpee a las personas y reaccione en forma totalmente negativa. Como hemos descrito las características de estos desajustes son muy amplias y hay tantos temperamentos como niños; por ello las ideas se encaminan al cómo controlar los berrinches de los niños.
Brevemente haga un análisis de cómo está usted anímicamente, está en capacidad emocional de hacerle frente al problema, caso contrario ignórelo.
No reaccione en forma instintiva y emocional, no se deje guiar sentimentalmente, evalúe, piense y actúe, el balancear sus sentimientos con el momento crítico es el secreto.
Analice ligeramente en los motivos más que en el comportamiento del niño, no se deje sorprender ni confundir, peor desorientar de lo que el niño haga.
Dialogue con el niño para que entienda cuales son las consecuencias de su actitud.
Fuente: Iván Espinosa Vega, Trastorno sicológico en la edad escolar, Guía para padres y maestros
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